Historia de la Institución

Mediante Decreto 4678 del Gobierno de la Provincia de Entre Ríos el 22 de octubre de 1991 se crea el Profesorado Superior de Ciencias Sociales, a partir de la llamada Transformación Curricular, Proyecto Educativo que más allá de sus contradicciones, generaba la posibilidad de revisar las viejas estructuras y prácticas institucionales, propiciando la interdisciplinariedad, la crítica a la pedagogía tradicional y un mayor grado de autonomía y democracia en cada una de las instituciones. Este contexto demandaba la creación de Institutos de Formación Docente coherentes con el perfil del educador que dicha Transformación Curricular propiciaba.

En el Decreto de creación de nuestro Profesorado como en los documentos y acciones posteriores se evidencia un claro posicionamiento epistemológico en la crítica al positivismo como concepción hegemónica de las ciencias, la interdisciplinariedad como superación de los compartimentos científicos estancos, la reflexión crítica y la permanente vinculación entre teoría y práctica. Tales fundamentos teóricos implicaban adoptar prácticas institucionales coherentes, comenzándose a funcionar con un equipo interdisciplinario (grupo de 4 docentes, que junto con la primera rectora fueron los responsables de las primeras tareas organizativas) y un plantel de docentes que accede a las cátedras a través de un sistema de concurso en el que era prioritario el proyecto de cátedra, su coherencia y adecuación al proyecto institucional.

El cogobierno, la autonomía, la democracia interna, la defensa irrestricta de la gratuidad, la libertad de cátedra y el respeto incondicional a la diversidad y pluralidad de pensamiento son asumidos como principios institucionales materializados a través de la toma de decisiones institucionales a partir de asambleas periódicas de docentes, alumnos y comunidad educativa. En noviembre de 1993 se crea el Consejo Directivo como órgano de cogobierno institucional, con representación de los estamentos existentes. Al año siguiente nace, producto de la necesidad de los alumnos, el primer centro de estudiantes. Aquí se puede distinguir una primera etapa de la historia institucional que va desde su fundación hasta mediados de 1995, fecha en la que por razones personales, renuncia al cargo la primera rectora organizadora Prof. Myrta Lanzieri.

Este período caracterizado por: sucesivos recortes, ajustes y retrocesos en la política educativa provincial, supresión del equipo interdisciplinario, eliminación de las horas extraaúlicas, recorte de facultades y pérdidas de la condición de rentado de los Consejos Directivos y aplicación de la Ley Federal de Educación, implicaron una vuelta atrás en la propuesta de la Transformación Curricular. Otra característica de este período es el cambio sucesivo de edificios: de la escuela Almafuerte, donde originalmente funcionó el Profesorado, tras un fugaz paso por el Bachillerato Artístico se traslada a la escuela de Comercio Nº 1 y finalmente a la escuela Salta.

Ante un pedido de licencia de la Prof. Myrta Lanzieri, previo a su renuncia, se hace cargo de la rectoría por un corto plazo el Prof. Héctor Oñate. De esta experiencia cabe destacar un original mecanismo democrático en que todos los estamentos eligieron al nuevo rector a través del voto directo, resultado de la madurez, en la participación y en el compromiso, alcanzado por toda la comunidad educativa.

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Tras esta breve experiencia se convoca un concurso abierto para cubrir el cargo de rector, implementándose un sistema de concurso de antecedentes, presentación de un proyecto de conducción y coloquio, evaluado por un jurado especialmente conformado por un representante de la DES, dos docentes y un alumno de la casa, elegidos democráticamente por sus pares, un ex rector de la institución y un representante designado por AGMER, experiencia superadora de la anterior ya que garantizaba el compromiso con la consecución y profundización del proyecto institucional, accediendo a través de este concurso al cargo de rector el Prof. Mario Leicker en un nuevo período cuyas características fueron:

  • Fortalecimiento del proyecto  político  – pedagógico  institucional,  la autonomía y  el cogobierno.
  • Horizontalidad en la comunicación y en la participación.
  • Vinculación con la comunidad a través de espacios abiertos de reflexión, debate y profundización teórica como: charlas debates, seminarios, talleres y la organización de las Primeras Jornadas de Cátedras Abiertas de Ciencias Sociales, en el año 2000, actividades que adquirieron notoria repercusión institucional y pública, por la cantidad y pluralidad de los asistentes, y por la calidad de los expositores.

Como condicionamientos externos e internos que dificultan la consecución del proyecto institucional, se podrían mencionar:

  • Pérdida de la facultad institucional de realizar los concursos para el acceso a las cátedras a través de proyectos, ya que por resolución 910/97 del CGE quedan a cargo de la evaluación de los mismos, y por antecedentes el Jurado de Concursos de Terciarios.
  • Transformación compulsiva de la Carrera de Profesorado Superior de Ciencias Sociales en Profesorado de Historia.
  • Vertiginoso crecimiento de la matrícula, resultado del reconocimiento de la institución en la comunidad, sin una funcionalidad administrativa acorde a las circunstancias.

Estos condicionamientos fueron cuestionados, denunciados y rechazados por la comunidad de la institución, al igual que los ajustes y recortes producidos durante el período anterior, asimismo en Febrero de 2001 se produce una sucesión de acontecimientos y medidas administrativas por parte de las autoridades educativas que provocaron un fuerte quiebre institucional, entendiéndose que las mismas no obedecían a lo administrativo sino a una decisión política de modificar el perfil de la Institución, poniéndose de manifiesto la oposición a través de movilizaciones, petitorios, documentos públicos, la renuncia masiva del Consejo Directivo, etc.

Más tarde a través de la activa participación de gran parte de la comunidad educativa se recuperó el Consejo Directivo como organismo de cogobierno, la participación permanente de alumnos y egresados en la vida institucional y la continuación de la realización de las Jornadas de Ciencias Sociales, las que han tenido masiva concurrencia y público reconocimiento, quedando debilidades a revisar y superar, así como fortalezas que caracterizan a la institución, las que garantizan un espacio para la permanente revisión crítica y construcción del presente y futuro institucional, debiendo mencionarse especialmente la apertura del Profesorado de Ciencias Políticas y el de Geografía, los cuales vinieron a agregarse, en forma positiva, a la oferta educativa de la Institución. En el año 2004, el profesorado de Ciencias Sociales vivió un momento decisivo en su historia. Tras un período de intervención que había limitado su autonomía, la institución logró recuperar su independencia, marcando un nuevo comienzo. Este cambio se materializó con la elección de Cristina Ceratto como rectora, quien accedió al cargo a través de un concurso de antecedentes. Durante su gestión, que se extendió por casi una década, Ceratto implementó diversas reformas que revitalizaron el profesorado, fomentando un ambiente académico más dinámico y participativo. Su liderazgo se caracterizó por el compromiso con la formación integral de los estudiantes y la promoción de la investigación en ciencias sociales. Al finalizar su mandato, en el año 2012 el profesorado dio la bienvenida a Juan Menoni, quien asumió la rectoría con la tarea de continuar con el legado de Ceratto y enfrentar los nuevos desafíos que se presentaban en el ámbito educativo. Así, la institución se consolidó como un referente en la formación de docentes, gracias a la recuperación de su autonomía y al trabajo mancomunado de la comunidad. La organización institucional sostiene la participación activa y el protagonismo dinámico de todos los estamentos, contribuyendo así al fortalecimiento del Proyecto Político Pedagógico Institucional (PPPI) que se sustenta en el debate, la reflexión y la toma de decisiones en conjunto. El PPPI mantiene como práctica la autoevaluación en pos de conocer y comprender los procesos educativos en toda su complejidad. Este análisis permite tomar decisiones argumentadas y enriquecer nuestro proyecto formativo institucional (PFI), asegurando que responda de manera efectiva a las necesidades de nuestra comunidad educativa y a los desafíos del entorno. Resumen PFI